Siempre con un gran ambiente, esta calle concentra buena parte de la oferta gastronómica del casco histórico de Santiago. Los restaurantes, todavía mantienen la esencia de los taberneros medievales que se asentaron en esta calle para atender a los peregrinos provenientes de más allá de los Pirineos (Los Francos), de ahí el nombre de la calle.
Encontrarás bogavantes, nécoras, percebes, centollos, pulpo, empanada, embutidos…y por supuesto la típica tarta de Santiago ¡Una delicia!