Se llama Millo Corvo por su color negro-azulado tan característico, que recuerda al color de los cuervos. Precisamente fue por este color por lo que durante mucho tiempo se asoció con las clases más bajas y la pobreza, incluso llegando casi a extinguirse. Por esto, en el año 1998, se empezó un proceso de recuperación que continúa hasta hoy.